Frank Morris y los hermanos Anglin amasaron una fortuna atracando bancos a principios de los años 60 hasta que fueron capturados y recluidos en la prisión de Alcatraz. Nadie había conseguido escapar de la isla y muy pocos lo habían intentado, desalentados por las aguas frías y peligrosas, la niebla y las historias de tiburones. Era imposible la fuga de Alcatraz?
Pero estos tres reclusos quizás lo consiguieron.
12 de Junio de 1962
Durante el primer registro de la mañana se descubre que cuatro reclusos no están en sus celdas. En su lugar encontraron unas cabezas falsas hechas a base de yeso, pintura y pelo real, que hicieron creer a los guardias del turno de noche que los camastros estaban ocupados.
Inmediatamente sonaron todas las alarmas y se organizaron batidas de búsqueda en las que participaron polícias, agentes federales, guardacostas y helicópteros del ejército. Pero no encontraron ni rastro de los reclusos.
De esta forma empezó la leyenda de la fuga de Alcatraz de Frank Morris y John y Clarence Anglin.
Pero, ¿cómo consiguieron escapar de sus celdas?
El plan
Un cuarto fugitivo estaba involucrado en el plan de fuga, pero no consiguió escapar de su celda: Allen West, un ladrón de coches sin muchos estudios. Una vez descubierto, y para evitar un castigo mayor, explicó a las autoridades todos los detalles de su plan de fuga.
Al parecer el plan comenzó en diciembre, a raíz del descubrimiento de unas hojas de sierra viejas por parte de uno ellos. Ayudados por algunas herramientas más, como el motor de una aspiradora averiada con el que construyeron un taladro, consiguieron aflojar las rejillas de ventilación de sus celdas. Ocultaron los agujeros de salida hasta el día seleccionado cuando, por la noche, salieron de sus celdas y a través de los conductos de ventilación consiguieron llegar al tejado.
La idea era llegar al continente gracias a unas balsas improvisadas con 50 impermeables, robar ropa y un vehículo e iniciar una nueva vida.
Nunca encontraron a los reclusos ni sus cuerpos.
Mi nombre es John Anglin…
“Conseguí escapar de Alcatraz en junio de 1962 con mi hermano Clarence y Frank Morris. Tengo 83 años y me encuentro en un mal estado de salud. Tengo cáncer… pero sí, todos logramos escapar por los pelos aquella noche”
60 años después se hizo pública esta carta, en la que uno de los hermanos (supuestamente), explicaba que habían logrado escapar de Alcatraz y que habían vivido en distintos lugares de Estados Unidos. Decía también que Frank y su hermano habían muerto pocos años antes.
Las pruebas que el FBI realizó sobre la carta no arrojaron ninguna conclusión definitiva: no pudieron demostrar su autenticidad, pero tampoco rebatirla.
¿Podrás fugarte tú de Alcatraz?
Hemos preparado para ti nuestra propia versión de la fuga de Alcatraz. ¿Serás capaz de escapar en 60 minutos?
Imagen de portada por Lance Anderson en Unsplash